Aunque presumimos de cuanto nos gusta montar un buen lío con
las guitarras y los amplis a un poco más del volumen al que deberíamos tocar
para que la cosa no se nos fuese de las manos –cosa que ocurre más veces de lo
deseable-, es de canciones como ésta de las que al final más orgullosos nos
sentimos. La prueba de como con muy poco se puede decir tanto son El jardín y
Otoño, dos canciones sencillas y de instrumentación económica a las que sin
embargo concedimos el papel de nada menos que abrir y cerrar el que ya considerábamos
nuestro trabajo más importante. Obviamente que compartiesen sonoridad e intención
era algo que necesitábamos para cerrar el círculo y que todo el conjunto
cobrase sentido. En cuanto a la canción que nos ocupa hoy, fue la primera que
grabamos para Las cosas que no vemos (ya comentamos en alguna ocasión que nuestra intención era
grabarlo por el orden en que iría, aunque al final solo lo hicimos con la cara
A; la inspiración es caprichosa…) y fue un modo estupendo de comenzar, que no
hizo sino reafirmarnos en que ahora si, teníamos nuestro disco entre manos.
Los Huéspedes Felices llevan explorando los territorios Folk-Rock-Psychedelicos desde hace dos déca
- Los Huéspedes Felices
- Los Huéspedes Felices llevan explorando los territorios Folk-Rock-Psychedelicos desde hace dos décadas; incansables en su búsqueda, a pesar de los múltiples cambios de formación a lo largo de los años, han seguido cuidando de sus pocos pero incondicionales fans a base de pequeñas colecciones de canciones con las que, de cuando en cuando, les sorprenden.
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario